sábado, 7 de febrero de 2015

Las voces legendarias de Cuba

La Guaracha, la Guajira y el punto cubano le rinden un homenaje a la reina de esta musicalidad cubana, Celina González que junto a su esposo Reutilio Domínguez le dejó a Santiago de Cali un legado musical de melodías cubanas interpretadas con esa cadencia rítmica de melancolía africana, de canto de libertad y de la alegría del guateque campesino cubano trasladados al sentimiento musical de nuestra rumba caleña.

Escuchar y bailar esta música popular cubana que se introdujo, casi de incógnito, en las salas de baile que se establecieron en los barrios Sucre y Obrero, alumbrados con un bombillo rojo en su entrada, empezando los años 50 del siglo pasado, marcándole el paso a una Guaracha que fusiona el patrimonio mitológico africano convirtiéndolo en una musicalidad alegre, hablo de esa composición “A SANTA BÁRBARA” conocida también como “QUE VIVA CHANGÓ” convertida en éxito bailable por las parejas de bailadores que se daban cita en estos espacios. Luego llegaron más éxitos como  "A la reina del mar", "El hijo de Elegua" y "A la caridad del Cobre".



Canciones favoritas del Legendario “Chuzo de Rafa” interpretadas por este reconocido dúo fueron, son y seguirán siendo: “QUIERO MATAR EL DOLOR” del compositor cubano Nelson Navarro y “TAMBORES AFRICANOS” del compositor, cubano también, Julio Blanco Leonard.

Fue el 27 de diciembre de 1984, en el marco de la 27° Feria de Cali, en pleno festival de orquestas donde participaron 23 orquestas nacionales acompañadas por las orquestas internacionales La Sonora Ponceña, El Gran Combo, ambas de Puerto Rico y El Grupo Niche de Colombia. Un hecho apoteósico sucedió cuando el maestro de ceremonia anunció la presentación de una de las mejores voces cubanas de todos los tiempos, escuchada en Santiago de Cali desde finales de los años 40s, todos los asistentes, incluido yo, pensábamos que había fallecido en Cuba, pero no fue así, allí estaba, de pie en la tarima, acompañada por su hijo Lázaro, escuchando la ovación total acompañada de pañuelos blancos como un homenaje que el público en su totalidad le rindió a la reina del guateque cubano, CELINA GONZALEZ.

El barrio Obrero se estremeció de felicidad cuando ese 6 de enero, y como gesto de gratitud, Celina acompañó al cumpleaños de la abuela de sus empresarios Benhur y Marlene Lozada, mandó a pedir los instrumentos musicales, la amplificación llegó y los habitantes del barrio Obrero se sintieron correspondidos por haberle abierto las puertas a esa musicalidad que llegó… por allá… en los años 50 del siglo pasado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario